Para mi hay tres T-6 que en particular tienen mayor significación, ellos son en su orden el AT-6 368, el AT-6 370 y el AT-6 366.
Por que, paso a contarles, en el año 1975, estaba cumpliendo con mi segundo año en la Escuela Técnica de Aeronáutica, por ello empezamos los días jueves a recibir clases prácticas en dependencias de la Base Aérea No. 1 de Carrasco. En esto conocí al Sargento (T.E.) Ney Rodríguez, entre otras cosas un gran amante de este mítico avión, uno de esos días me llevo a conocer el hangar en donde se realizaban las inspecciones mayores de los AT-6, en este lugar estaba el matriculado FAU 370, absolutamente despanzurrado. Para los que conocen este avión, saben que su estructura de cabina es una serie de tubos metálicos, a esta parte van adosadas cada una de las partes restantes, llámense bancada del motor, plano central o cono de cola. Del plano central se sujetan los planos, de la bancada, el motor del cono de cola los timones de profundidad y de dirección. Pero en este caso apoyado sobre unos caballetes estaba solo esta estructura central, se notaba eso si la pared de fuego y a su costado donde correspondía el panel de llaves térmicas, solo un gran racimo de cables, cual cabellera desprendido hacia el costado.
El Sargento nota que miro con atención aquel pedazo de T-6, y me contesta que si, que efectivamente ese avión esta en pleno proceso de recuperación, y a continuación si quiero que me lo deje para terminar al año siguiente, en caso de que mi destino fuera la BMA. ¡¡Si!! le digo satisfecho con la propuesta.
Al año siguiente este “Texan” estaba tal cual yo lo había visto. Pero surgió que en Durazno habían colisionado en vuelo dos AT-6 el 367 y el 368, lamentablemente el 367 se perdió junto a su piloto, sin embargo el 368 pudo aterrizar normalmente pero con un profundo corte en su empenaje. Fue así que el previsto trabajo de IRAN en el 370, debió ser postergado por una “Inspección por accidente” del 368, comencé pues por primera vez mi trabajo en este AT-6, y tuve el gusto de ver el desarrollo de su recuperación junto a mis compañeros de otras especialidades, la significación que le doy es justamente de que fue el primero al que le metí mis manos y después vi volar.
Por su parte el 370 más tarde recuperado tuvo sus vuelos de prueba, en uno de ellos y sobre la EMA el entonces Cap. Ariel Miguez hizo una serie de maniobras acrobáticas, junto a él tuvo la satisfacción de acompañarlo el suscrito. De ahí mi afecto por este avión en particular, por vez primera tendría la oportunidad de un vuelo de estas características, en un avión que hoy con alegría veo sigue su largo historial en el país del norte.
Igual proceso tendría el FAU 366, (al día de hoy en franca recuperación en Aerotecno) pero esta vez acompañando al piloto Mayor Walter Dopazo, un segundo vuelo de acrobacia, esta vez sobre la Base Aérea No. 1. Esta sería la última vez que disfrutaría de un vuelo acrobático en este tipo de avión, por delante quedarían dos instancias similares pero en su sucesor el Mentor T-34.
Es lindo ver que prácticamente a 25 años o más de esas felices instancias aeronáuticas, esa parte material de nuestro afecto todavía sigue dando al igual que a nosotros, la felicidad de volar a quien sabe cuanta gente en este entrañable avión.
_________________ "Por el orgullo de la bandera de Artigas en el brevet de nuestros aerotécnicos".
“Por el “Texan” T-6 G FAU 373. 1er. Proyecto en el Hangar Azul.”
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