Hoy nos postearon ésto en el facebook de la AAMA, lo comparto con ustedes.
Aquí trabajando con el señor Julio Spurr comenzó mi carrera en la aeronáutica circa 1955 Y cómo podrán leer no tenían problemas con el balizamiento de la pista con 6 faroles de kerosene se aterrizaba perfecto como yo mismo lo comprobé varias veces uno de los aviones que se ven en la foto posiblemente sea el que se encuentra en el Aama Museo Aeronáutico el CX Alfa Lima Lima primer avión al cual le metí mis neofitas manos Schuss.
RADIO Y AVIACIÓN CIVIL – TAXI AEREO SPURR
Hace más de medio siglo nuestra ciudad contaba con aquel extraordinario servicio.
El piloto Sr. Julio Spurr, propietario de un avión Stinson de cuatro plazas y el Sr Alfredo Lehmann – uno de los fundadores del Radio Club – se asociaron en una empresa pionera que llenó un vacío importante y cubrió carencias que sufrimos hasta estos días, a pesar del avance de la tecnología y de contar con un aeropuerto que supo ser de carácter internacional.
En las décadas de los años cincuenta y sesenta el Taxi Aéreo Spurr realizaba varios vuelos diariamente atendiendo principalmente pedidos que se recibía a través de la radio con solicitudes por transporte de pasajeros, asuntos comerciales, de suministros o por situaciones urgentes como problemas de salud o accidentes.
Desde Artigas también se transportaban viajeros a diversos puntos del país.
Se cobraba $1 (un peso) por cada kilómetro recorrido, ida y vuelta.
En sus primeros tiempos, al regreso de cada misión, el piloto antes de dirigirse al “campo de aviación” sobrevolaba la sede del Radio Club Artigas, en el domicilio de Lehmann, pues habían combinado una señal que constituía en extender una sábano blanca en el patio – tarea que realizaban sus hijas Else y Anni - lo que indicaba si se había recibido un nuevo encargo para otro vuelo, entonces el piloto se preparaba y esperaba para realizarlo. De lo contrario, se daba por terminada la jornada, se guardaba el avión en el hangar del Aero Club y el Sr. Spurr regresaba a la ciudad.
Esa particular manera de señales fue breve pues Lehmann construyó un sistema VHF para la comunicación de la nave con su base.
Otro detalle curioso que aconteciera más de una vez en la época que aún no se comunicaban vía VHF, sucedía cuando el avión regresaba después de que se ocultara el sol. Era un trabajo para, Otto Lehmann – el mayor de los varones - quien se mantenía alerta y tenía instrucciones para cuando oyera el motor del Stinson, salir prácticamente “volando” en su bicicleta hasta el aeropuerto para disponer seis faroles indicando el trazado de la pista de tierra para un seguro aterrizaje nocturno.
Compartimos una foto del álbum familiar donde vemos frente a un par de aviones - de izquierda a derecha – a: Julio Spurr (piloto) – Else Lehmann - Anni Lehmann – León de los Santos (piloto). La imagen es del año 1962, ocasión cuando las hijas de don Alfredo – autor de la foto – realizaron un paseo sobre nuestra ciudad y alrededores.
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Totalmente desconocida esta historia de uno de los aviones que engalanan la muestra del Museo Aeronáutico, ya que nos muestra una faceta que no teníamos de él.